martes, 13 de mayo de 2014

Ponferrada

Duele tanto, a veces, recordar,
los momentos que vivimos,
aquellos que dejamos atrás,
esos que se alejan mas y mas.
La tierra donde crecimos,
los amigos que conocimos
y no veremos jamás.

Las tardes de verano al sol,
los paseos de la mano
que acabaron en amor.
Mi destino me llevó
lejos de los templarios,
de tus montes y tus prados,
de la campana de tu reloj.

Fue pasando el tiempo
en su lento discurrir
y ahora te siento lejos,
ahora es cuando recuerdo
todo lo que en tu seno viví
lo que a tu lado sentí,
eres mi único puerto.

Aquella Virgen morena
que vieron en una Encina,
sigue encerrada en su iglesia,
de la que tanto se espera,
que a ninguno nos olvida
ni olvidará mientras exista.
Ojalá volviera a verla…

Tu castillo aún sigue en pié
sufriendo el paso de los años,
sus muros hoy son papel
que se niega a desaparecer,
y recuerda a los enamorados
que un día le contaron
que no se querían perder.

A tu salida sigue aquel monte
carbón que quiso se parque
con árboles y mil flores
que su historia esconden
y hoy de tu historia ya es parte
de aquel tiempo en que quiso darte
diamantes que quedaron en carbones.

La plaza de las bodegas
celebrando su Navidad
rodeada de cortos y cervezas,
de jóvenes y sus borracheras.
En el centro de ti encontrarás,
junto a tu iglesia, a sus puertas,
mis recuerdos de esa época.

Aún suena aquel viejo reloj,
en el último resto de tu muralla,
aún late su cansado corazón,
forjado en un tiempo mejor.
En la torre la campana,
sigue soñando con las mañanas
en las que decía que salía el sol.

En mi memoria aquel parque,
allí descubrí el amor,
ojalá puedas acordarte…
Para mi fue muy importante,
late distinto mi corazón
desde el día que se enamoró,
para que contarte, ya lo sabes.


Las lágrimas me dejaron ciego
tu eras mi compañera,
mi amiga, mi consuelo,
en aquellos tristes momentos.
Oía tu voz con pena
que decía: ‘no llores por ella’,
con los susurros del viento.

En mi memoria aún quedan
tus calles y tus parques,
tus casas hechas en piedra,
tus bajadas y tus cuestas.
Las frías mañanas en clase,
pensando en escaparme
para sentirte mas cerca.

A nadie podré amar como a ti,
lo que tengo llegaría a darte
si me lo quisieras pedir,
así podría darte algo, que nada di.
Tu fuiste el juez y gran parte
de mi vida y lograste
que hoy yo sea feliz.

Quisiera poder dar un paseo
por el cielo para aprender
a decirte lo que te quiero.
Es imposible, no puedo
correr por el cielo sin red,
ni encontrar un poeta bajo piel
que cuente lo que por ti siento.

Ahora que te siento tan lejos
me dan ganas de dejar todo.
Sin ti me estoy muriendo
sin ti es que me pierdo.
Lejos me siento tan sólo,
que me estoy volviendo loco
por quererte como te quiero.

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